Ay, es una de esas ciudades que me gustan tanto... y al mismo tiempo me da un algo cada vez que la recuerdo por un inconveniente que tuve allí.
Es una ciudad maravillosa, una de mis favoritas sin duda alguna. Uno de sus mayores encantos es la citadela en la parte alta de la montaña, y el hermoso centro histórico tan bien preservado... y el reloj, madre mía, el reloj... una obra de arte sencillamente maravillosa... creo que es porque me gustan tanto las cosas medievales y antiguas que el centro histórico de esa ciudad me fascina. Además el puente de Carlos, pasar por ese amplio puente con sus esculturas, ver el río transcurrir debajo tuyo y perderse en la lejanía... y para completar que los días que estuve tuve un clima maravilloso, soleado, cálido pero sin incomodar, perfecto para caminar en camiseta y disfrutar de llevar pocas cosas encima, pasear sin afanes... ah, es sencillamente genial.
Mi único problema con Praga fue... visitar el convento y la biblioteca de Stráhov. Luego de tomar fotos allí, mi cámara dejó de funcionar bien. No pude tomar fotos en el día, resultaban sobreexpuestas sin importar en qué dirección las estuviera tomando... mi única solución de emergencia, para no quedarme sin fotos, fue comprarle una memoria a mi celular y usar esa pequeña cámara. Por ello unas tres cuartas partes de las fotos que tengo de la ciudad tienen una muy baja calidad... pero bueno, tengo algunas bonitas que pude sacar antes del fallo.